domingo, 18 de noviembre de 2012

Poema de Domingo...

No más que por la sombra de tu voz
y de tu nombre que sabe a encanto.

No más de toda cosa en tí. Por tanto
trato de resumirte entre sonrisa sin llanto.

Volvería por los espejos del encanto
a proponer el negro trueque por tu canto.
Volvería, claro que lo haría,
a proponer la felonía por tu llanto.

La doble soledad que nos amarra,
suelta mi tímpano golpeado.
Sé que tu estás de aquel lado
sin saber que yo, desde este lado me derramo.

Luego es ceniza y desarraigo,
los pulsos ya no laten facturando.
Volveré a inventarte nuevamente
con los pulsos de mi pecho ensangrentado.