miércoles, 14 de octubre de 2009

Un poema mío...(sacado de mi libro, "La soledad de una gaviota".)



En esta triste tarde
en que el café es le deseo,
la mesa de algún bar será mi dulce prisión.
En esta triste tarde
en que salpican las gotas,
tu rostro se aparece y me produce dolor.
No es demasiado el tiempo que te conozco
pero sé que es importante lo que hay entre los dos.No sé de aquel camino
que me conduce a tu casa
y puede que me pierda en cualquier estación.
En este laberinto oscuro que filtra el tiempo
carezco de palabras si no escucho tu voz.
No sé hasta dónde llevará tanto delirio
pero hoy sufro un martiriopor este maldito amor.
En cuántos negros bares he dejado mi angustia,
en cuántas sucias mesas dejé mi corazón,
cuántos cigarrillos pude haberme fumado,
en cuántos ceniceros, me miré sin razón.
En estos tiempos que corren
cuántos ilusionistas vendieron cara su alma
por darme la solución
y hoy irresoluta entre tantos males
sé que tan solo tu nombre
salvará mi perdición,
con una espina de la rosa de tu tallo,
con una flor que crece de tu sol,
con esa miel salada que emana de tus labios,
con todos tus pecados...
Te necesito yo.

1 comentario:

  1. Un poema hermoso!, como la mayoría de los que escribiste hasta ahora,(publicados o no). TQM

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